PARA EL CONOCIMIENTO, LA TRANSMISIÓN
Y LA MEMORIA DE LA SHOÁ
En esta sección nos proponemos interrogar a las IDEOLOGÍAS e IDEÓLOGOS que construyeron el sustento teórico desde el siglo XIX y sentarán las bases de las políticas implementadas por el régimen nacionalsocialista. El final del régimen no implicará la desaparición absoluta de las ideas sino la resignificación de las mismas.
El término Shoá (“catástrofe” en hebreo) se refiere al período que va desde el 30 de enero de 1933, cuando Adolf Hitler asumió el cargo de Canciller de Alemania, hasta el 8 de mayo de 1945, cuando concluyó la Segunda Guerra Mundial en Europa.
Millones de personas fueron asesinadas, pero los judíos fueron el único grupo escogido para su exterminio total.
En esta sección nos proponemos conocer las diferentes formas de resistencia y las acciones que muchos optaron realizar, aún cuando su capacidad de elegir estaba coartada por otros.
En esta sección nos proponemos vivir y ser testigos de los relatos de las víctimas que sobrevivieron. Quienes no hemos padecido el horror de la Shoá, no podemos tener memoria directa de los hechos, pero frente a los relatos de las sobrevivientes nuestra identidad es otra.
Escuchar o leer a estas mujeres, a estos hombres, que pueden ser como tu hijo, tu esposa, tu marido, tu madre, tu padre, tu hermano, tu amigo… o aquella que simplemente te enseño a reconocer a otro… y así, seguir eligiendo la VIDA.
En esta sección nos proponemos conocer a personas, agrupaciones u organizaciones, comunidades y países que teniendo la capacidad de elegir, optaron por ayudar, auxiliar, proteger y salvar a los judíos.
En un mundo donde rebelarse a las prohibiciones implicaba la muerte, muchas personas prefirieron dejar de ser meros testigos y convertirse en salvadores.
En esta sección nos proponemos demandar a las fuentes, información que nos ayude a reflexionar el rol de nuestro país antes, durante y después de la Shoá. Reconocer el rol de Argentina en los diferentes momentos nos permitirá analizar y pensar sobre el progreso argentino en la determinación de políticas antidiscriminatorias.
En esta sección nos proponemos seguir pensando y reflexionando sobre los genocidios del siglo XX e instar para evitar otros.
Raphael Lemkim fue el jurista que desarrolló el concepto de genocidio (“genos”: familia o grupo – “cidio”: muerte) proponiendo normas internacionales y castigo a los genocidas. Lemkin define el término “genocidio” como un plan coordinado compuesto por diferentes acciones que apuntan a la destrucción de grupos con el objetivo de aniquilarlos. Para él, no es un crimen nacional sino que involucra a toda la sociedad internacional.
“Lo que lastima a la víctima no es la crueldad del opresor sino el silencio de los testigos”
“(…) sobre mi antebrazo izquierdo llevo tatuado mi número de Auschwitz; es de lectura más sucinta que el Pentateuco o el Talmud, y sin embargo, contiene información exhaustiva”
“(…) Recordemos los montículos de cenizas debajo de los jardines florecientes. Recordará el vivo a sus muertos porque ellos nos enfrentan con sus ojos y no cesaremos, ¡no cesaremos hasta que seamos dignos de su memoria!”
“Con la vergüenza de lo que el hombre, creado a imagen y semejanza de Dios, fue capaz de hacer. Con la vergüenza de que el hombre se haya hecho dueño del mal, con la vergüenza de que el hombre, creyéndose dios, haya sacrificado así a sus hermanos. ¡Nunca más! ¡Nunca más!”
“El único elemento necesario para la subsistencia del mal es que haya suficientes personas de buena voluntad que no hagan nada.”
“El que odia, odia a todos. El que mata, mata más que a sus víctimas”
“El deber del superviviente es dar testimonio de lo que ocurrió, (...) hay que advertir a la gente de que estas cosas pueden suceder, que el mal puede desencadenarse. El odio racial, la violencia y las idolatrías todavía proliferan.”
"Los que estuvimos en campos de concentración recordamos a los hombres que iban de barracón en barracón consolando a los demás, dándoles el último trozo de pan que les quedaba. Puede que fueran pocos en número, pero ofrecían pruebas suficientes de que al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa la última de las libertades humanas, la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias, para decidir su propio camino."
“El Holocausto no se creó en el vacío, no emergió de la nada. Fue posible por siglos de ceguera, estupidez, mentira y odio. Fue precedido por señales que no alertaron la conciencia de la gente. No eran monstruos, tenían nuestros rostros”
“La esperanza vive cuando la gente recuerda”
Historia de Perla contada a través de su nieta
Discurso de sobreviviente en la Asamblea Nacional venezolana
Sugerencia de secuencia didáctica: Resistir en la Shoá