
El robo de obras de arte fue otro de los delitos del régimen nazi. Miles de obras de artes de artistas famosos fueron expoliadas de las manos de particulares y de museos europeos. El pillaje incluyó obras de más de 40 museos, entre lienzos, bocetos, esculturas, además de medio millón de muebles y un millón de libros y manuscritos sólo en Francia, sin incluir Holanda y Bélgica.
Muchas de estas obras pertenecían a ciudadanos judíos a quienes se las robaron junto a todas sus propiedades.