Eugenia nació en Varsovia en 1926. Desde la invasión a Polonia, ella y su familia padecieron las leyes impuestas por los nazis: pasó por el gueto y por varios campos de concentración donde “vivió” su adolescencia, la cual transcurrió trabajando como esclava metalúrgica de la fábrica Unionworke donde armaba granadas y bombas junto con su madre, dentro del complejo de Auschwitz. Para muchos eso era el destino final, pero ellas seguían vivas, a pesar de haber sufrido fiebre tifoidea y disentería. Al final de la guerra pesaba 27 kilos. Reside en la Argentina desde 1949.