Tras la invasión alemana a Polonia, el jefe de la Gestapo Reinhard Heydrich ordenó la organización de la concentración de los judíos en ciudades o localidades cercanas a las vías férreas. En la orden de Heydrich, no se hablaba de gueto.
Esta misma orden contemplaba la organización de Consejos de judíos que cumplirán distintas funciones bajo la órbita del regímen.