A través del escrito de su nieta, Perla nos sigue contando su historia, y con ella, la perpetuación de la memoria para conocer, transmitir y recordar terribles hechos y la fuerza para volver a vivir…
Fue de esos encuentros que van a quedar siempre en mí. En un lugar del corazón. Ella y yo, abuela y nieta, sentadas en su comedor de la calle Jean Jaures recorriendo su historia. Fue en el año 1992, yo tenía 16 años (este escrito es de ese momento, cuando viajé a Marcha por la Vida)… Hoy, 2016, transito los 40. Todavía estaban vivos sus recuerdos y la memoria estaba dolida, pero sana…escuché y escribí los datos que me daba, los nombres que decía, su historia familiar y su historia de amor…
En su honor, por el recuerdo, por mi amor inmenso hacia a ella, a mi abuelo Simón el partisano a quien no conocí pero admiro, y por el enorme cariño que le tuve a todos sus hermanos comparto su historia, todo lo que ella alguna vez por suerte me contó.
Todos ellos (Z´L)
Natalia Rucki